Nosotros, los Rivero

El 6 de enero de 1953 el Premio Nadal fue otorgado a Nosotros, los Rivero, una novela capaz de cautivar y entusiasmar a los miembros del jurado, escrita por una autora entonces desconocida.
Con base autobiográfica, la novela transcurre en el Oviedo de los años 1924 a 1934. Narra la vida de Lena Rivero, una muchacha de espíritu inquieto, desde su infancia hasta el momento en que abandona la ciudad para trasladarse a Madrid. A través de sus recuerdos, retrata una familia de clase media, excéntricos y aventureros, y, por contraste, a quienes conforman la base sólida de la vieja ciudad.
Nosotros, los Rivero ha obtenido un extraordinario éxito de lectores y sigue corroborando lo que el jurado intuyó: esta representación magistral de un espíritu rebelde y de su vida en un medio provinciano es en realidad un fresco de la España de la época.

• Dolores Medio nace en Oviedo el día 16 de diciembre de 1911. Desde muy pequeña mostró gran disposición para el cultivo de las Artes, por lo que sus padres la enviaron, a la entonces, Escuela de Bellas Artes, donde empezó a estudiar Música y Dibujo. Y por cuenta propia, empezó a cultivar también la literatura. A los cinco años ya escribía cuentos que ella misma ilustraba. Contaba nueve años cuando organizó una compañía infantil de teatro, para representar las obritas que escribía. A los doce años escribió su primera novela larga: Egoismo. Por esas fechas murió su padre, se arruinó su familia y tuvo que trabajar para costearse sus estudios de Magisterio, profesión que ejerció en Nava, pueblecito próximo a la capital. Preparaba al mismo tiempo su ingreso en la Facultad de Filosofía y Letras, cuando estalló la guerra civil y vivió intensamente el Sitio de Oviedo. Fue varias veces destituida por sus ideas renovadoras de la Enseñanza y al regresar a su escuela, años más trade, quedó incapacitada para desempeñar cargos directivos y de confianza. Durante las etapas en que ejerció la Enseñanza, escribió poesías y piezas de teatro infantil, para representarlas sus alumnos.
En el año 1945, obtiene el Premio Concha Espina, por su cuento Nina, en un concurso organizado por el Seminario Nacional Domingo y se trasladó a Madrid, donde empieza a ejercer el periodismo, sin desvincularse de la Enseñanza. Estudia al mismo tiempo en la Escuela Superior de Educación y en la Escuela Oficial de Periodismo.
Ejerció como maestra hasta que el éxito literario alcanzado con la publicación en 1953 de Nosotros, los Rivero (en la que rememora el Oviedo revolucionario de su infancia y juventud). Gracias a esa obra obtiene el premio Nadal, el más importante y codiciado por aquel tiempo;este acontecimiento le permitió dedicarse exclusivamente a escribir.
Publicó numerosos cuentos y novelas como: Funcionario público (1956), Diario de una maestra (1961), o Juan sin tierra.
Continúa publicando varias novelas, muchas de las cuales se desarrollan en Asturias, a la que lleva siempre en su pensamiento. En 1963, vuelve a destacarse como cuentista, obteniendo el también codiciado premio Sésamo, por su obra Andrés. En 1964 la Fundación March, le otorga una pensión literaria , para escribir la Biografía de Isabel II de España. Otra pensión extraordinaria de esta Fundación en 1969, para redactar la Guia de Asturias, integrada en la Colección de Grandes guías Artísticas y Literarias de la Editorial Destino, de Barcelona.
Su literatura fue calificada con frecuencia por la crítica como inmersa en el movimiento del realismo social, aunque no exenta de imaginación y posiblemente por ello, fue la primera de los escritores españoles actuales, traducida al ruso y a otras lenguas eslavas. Traducidas también sus obras a otros idiomas, nueve de ellas fueron llevadas a la televisión. Sus últimas novelas y narraciones breves son más intimistas, fantásticas e imaginativas.
Publicó dos libros de memorias, Atrapados en la ratonera. Memorias de una novelista (1980) y En el viejo desván (1991). En Celda común (1996), narración autobiográfica prohibida en 1963 por la censura franquista, relata su paso por la cárcel tras participar, en 1962, en una manifestación solidaria con los mineros asturianos en huelga.
En 1981 creó la fundación que lleva su nombre, cuyo principal objetivo es la concesión del Premio Asturias de novela, destinado a impulsar la obra de jóvenes autores.
En 1988 regresa a su ciudad natal, que la había nombrado hija predilecta, donde muere en 1996.